Libro de memorias ANTONIO PABLO MATAIX JUAN: Yo mismo-otro

Antonio Pablo Mataix Juan

Yo mismo-otro

He contemplado los afectos humanos, como son el amor, el odio, la ira, la envidia, la gloria, la misericordia y las demás afecciones del alma, no como vicios de la naturaleza del alma, sino como propiedades que le pertenecen, igual que el calor, el frío, la tempestad, el trueno y otras cosas por el estilo pertenecen a la naturaleza del aire.
Baruch Spinoza

“A todos vosotros/as: ¿pacientes?, ¿clientes?, ¿usuarias/os? -que os habéis acercado al psicoterapeuta en demanda de ayuda. Debéis saber que la «capacidad terapéutica» del profesional ha estado en consonancia directa con el grado de inshigt que este ha mantenido sobre su propia vulnerabilidad y debilidades. Lo confieso: nunca me he sentido superior a ninguno de vosotras/os. Sabedor de propias torpezas e incongruencias, he pretendido comprender vuestras torpezas e incongruencias. He intentado prestaros máxima atención y consideración, os he escuchado. Ni más ni menos. Eso es todo.”

***

Ante lo ineluctable, se me ocurre dejar, a la par de unas cenizas, un escrito autobiográfico que, quién sabe, prolongará una presencia fantasmal, menos evanescente, entre los que me conocieron y trataron, ralentizando así un olvido definitivo, demasiado precipitado. ¿Treta de supervivencia? ¿Pretexto ilusorio de trascendencia? ¿Vano consuelo?
Dado que los humanos somos los únicos seres vivos conscientes de que vamos a morir, ¿cabría reconocer y aceptar que la muerte tiene su enjundia como fuente de “sentido” traducida en “conatus”; es decir, vitalidad, empuje, superación, creatividad?
Antonio P. Mataix Juan