Pau Pascual Duran
50 Perlas
No lo puedo evitar. Siempre me tendrá enamorado esta maravillosa abstracción del pensamiento humano que es el ajedrez.
Pau Pascual Duran
Cuando Pau murió prematuramente, esta obra, 50 PERLAS, quedó inacabada. El ajedrez fue la última inspiración de Pau y una manera de disfrutar de la vida. Pero no fue la única, también era amante de la astronomía, de la fotografía y del jazz; tenía su blog Viatge als Escacs (Viaje al Ajedrez), que era punto de referencia obligado de expertos y entendidos; hacía páginas web; tocaba el saxofón y la flauta travesera; dibujaba… era un hombre polifacético y, como dice su familia, un hombre inteligente que hacía las cosas con una perfección y exactitud de verdadero artista.
Y este libro lo demuestra.
Con gran alegría de poder publicar su última creación, este collar de perlas es una joya que no se podía quedar de ninguna manera en un cajón.
Este es el segundo libro de Pau Pascual Duran, (Barcelona 1961-2017). El primero, Peón come a Duchamp, el ajedrez como arte, es un estudio maravilloso de las relaciones entre el arte y el ajedrez.
Acerca de mí
Como muchos, fue mi padre quien me enseñó el juego de reyes cuando yo era pequeño. Hay algo edípico en que sea el padre ─el rey─ quien te transmita el juego de «matar al padre».
Recuerdo el verano del 72 ─yo tenía once años─ cuando se produjo el segundo gran acontecimiento mediático mundial que tuve ocasión de vivir (el primero fue tres años antes, cuando Armstrong pisó la luna). En pleno Match del Siglo, mi padre me enseñó a reproducir las partidas Fischer-Spassky que los periódicos publicaban día tras día. Recuerdo que muchas de las jugadas que hacían aquellos monstruos del ajedrez escapaban totalmente a mi comprensión, pero lo cierto es que aquel ambiente excitante despertó en mí una gran curiosidad y ganas de aprender.