Lola Rodenas Soto
José Luis González Varela
Memorias de la simplona
Lola Rodenas Soto nació el 16 de diciembre de 1933 en el seno de una familia acomodada y conservadora de Alicante que, tras la Guerra Civil, se alzaba en el bando de los vencedores junto al caudillo Francisco Franco. Lola daba sus primeros pasos calzando los zapatos de una burguesita rodeada de doncellas, sirvientas y chóferes, y vivía al margen de la convulsión política y social que azotaba España. De ella solo se esperaba que bailara en las fiestas de alta cuna, se casara y trajera niños al mundo, cuantos más mejor. Lola seguía el camino que le habían marcado, pero aquella existencia limitada al matrimonio y a los hijos, empezó a dejar en ella un vacío que difícilmente podría llenar viviendo prisionera de su jaula de oro. El silencio pronto dio lugar al grito y más tarde a la reivindicación de una libertad, de una vida donde ella iba a ser la protagonista. Callada no estaba más guapa. Dispuesta a romper con el patriarcado que la achicaba, Lola se adentraba en las aulas para estudiar, se iniciaba en el mundo laboral y señalaba los lugares que pronto pisaría. Esta es la historia de una mujer que decidió hacerse a ella misma, que se quitó las vendas de los ojos y emprendió su propio vuelo.
Mi abuela María, a la que yo no quise demasiado, se refería a mí como «la Simplona». Cuando comprendí a mis seis años lo que quería decir me vi en mi niñez, profundamente humillada. Mi hermana Maruja recibía toda su simpatía y yo era orillada. Creo que mi vida ha consistido en demostrar que yo no era esa Simplona, superponerme a ese calificativo que me escoció profundamente y, en cierta manera, todavía me duele —aunque atenuadamente— porque pienso que logré dar forma a mi vida, marcada por una infancia y adolescencia privilegiadas.
Quisiera ser recordada como la mujer que siempre estuvo aprendiendo, que nunca se rindió a la resignación y que no dejó que la impotencia la desarbolara. Hay luces y sombras, no ocultaré nada de ello. Estas son unas memorias en que me muestro desnuda y no oculto casi nada. Esto es lo que quiero contar…