Biografía Maite Ribera - La Cinta Roja

La cinta roja

Maite Ribera

Una niña de 8 años narra, desde su corta edad, una infancia muy feliz, pero en su adolescencia sufre unas pesadillas nocturnas que no la dejan descansar. Tras esos sueños que no tienen sentido para ella descubre, a través de un documento, que fue adoptada. Desde ese momento las pesadillas se convierten en un presagio que ella trata de descifrar. Sin pedir explicaciones espera que sus padres adoptivos le cuenten algún día la verdad. Ese día no llega, pero el destino hace que finalmente pueda lograr conectar con sus raíces.

DEDICATORIA
A mis padres adoptivos, que me dieron la vida
A mis hijos, que merecen conocerla

AGRADECIMIENTO
Quiero dar las gracias por esa cinta roja. Ella supuso el fin de mis extraños sueños, esas pesadillas recurrentes que me atormentaron durante mucho tiempo. Ella me trajo la realidad que un día pude descubrir por mí misma. Ese día se hizo esperar, pero el destino lo tenía todo bien atado para que yo conociese una parte de mi existencia que mi subconsciente se había empeñado en ocultar. Ese día dejé de soñar y entré de pleno en la dura realidad.

Últimamente no descanso por las noches. Tengo un sueño horrible que perturba mi mente y se repite una y otra vez: estoy en una habitación pequeña, oscura y vacía. Sólo cuatro paredes. Me encuentro durmiendo en el suelo de esa misma habitación. Esta vez yo soy el bebé y a mi lado hay otros niños. Todos dormimos en el suelo de esa habitación pequeña, vacía, desolada… Estamos muertos de frío y tratamos de acurrucarnos los unos con los otros para calentarnos. Siento el contacto de sus cuerpecitos fríos contra el mío, ese es el único confort que tengo. Y entonces de nuevo me despierto, angustiada por ese frío que entumece mis huesos, pero ya no soy capaz a dormirme otra vez. Los sueños se quedan tan presentes en mis pensamientos que me impiden relajarme y dormir.

“Si los sueños son pesadillas recurrentes, conviene atarse una cinta roja en el dedo pulgar de la mano derecha durante tres días, al acostarse, y dormir con ella toda la noche”.

Y así lo hago.