Gabriel Moto Nsá
Viaje de ida
Dice un proverbio Fang: “Un largo camino empieza por el primer paso”. Así es el camino que emprendió Gabriel Moto Nsá (Niefang – Guinea Ecuatorial, 1950) Nació en Guinea Ecuatorial cuando todavía era colonia española. Desde allá empezó su viaje de ida, aunque siempre tuvo la intención de regresar a su país, más tarde o más temprano. Pudo ser un buen lasaliano, pero no se equivocó al elegir la vida seglar y, de esta manera, pudo formar su hermosa familia. Quería servir a la sociedad de otra manera. Los estudios que pudo realizar con aprovechamiento, no eran más que una forma de prepararse mejor para ser más provechoso, para él, para los demás y para la sociedad.
Para la etnia de los Fang, los hijos son sinónimo de riqueza, de capacidad de organización y ayudan a evitar la desaparición de la etnia. Son los encargados de ayudar en la casa, el campo o la ciudad. Tener muchos hijos te convierte en una persona importante y valorada por tus paisanos. Sin embargo, en Akok no era común que los hombres tuvieran tantos hijos como los tuvo mi padre Mor Ndong; menos aún que fueran todos de la misma mujer. En casa éramos once hermanos y todos hijos de la misma madre. No obstante, nuestro número real era el doce, pero mi madre perdió al bebé al nacer. Mis padres trajeron una criatura nueva al mundo cada año y medio. Yo era el quinto y los seis que vinieron después de mí, todos fueron niños. Estos son más relevantes que las niñas, ya que son los que continúan en el pueblo de sus padres. En cambio, las chicas pasan a formar parte del pueblo de su marido cuando se casan.