Antonio Lorenzo Seoane
La realidad supera la ficción
- He aquí la vida de un hombre libre que ha vivido mil aventuras y jamás se ha dejado vencer por la adversidad. La vida de Antonio Lorenzo es un ejemplo de tesón, emprendimiento y valentía. Nació en una casa de campo sin luz eléctrica, sin baño, sin cocina de butano y sin calefacción, donde la única urgencia era impedir que lloviera dentro. Apenas pudo ir a la escuela, pero fue capaz de escribir este libro donde cuenta toda la verdad de su vida. La suerte lo acompañó siempre porque, por más que tropezaba, lograba levantarse. No hay hombre con más oficios desempeñados y más diversas pasiones. Antonio Lorenzo consiguió todo lo que se propuso, a veces contra viento y marea, a veces contra la envidia humana, algo que su corazón jamás ha sentido. La de Antonio Lorenzo es una vida de película. La realidad supera la ficción y este libro lo demuestra.
- Mi infancia no fue como la de muchos otros niños. Con ocho años, no sabía qué era un juguete, no había probado nunca los caramelos ni las galletas, los Reyes no pasaban por mi casa, jugábamos descalzos con un balón hecho de trapos y toda la ropa que tenía era heredada de mi hermano. Incluso en el día de primera comunión, llevaba el pantalón y la chaqueta de Tonino, un chaval de Verín. Pero, aunque nunca fui un niño con la habitación infestada de muñecos o el puño lleno de dulces, sí me convertí en un hombre de abundancias: me casé dos veces, tuve seis hijos y desempeñé más de cuarenta trabajos diferentes. No me quedé corto.
- De mis seis hermanos, yo siempre fui el diferente. Era rebelde, solitario y siempre buscaba algo nuevo que hacer. Tenía muy claro que, tan pronto como pudiera, marcharía de casa. No era una persona conformista. Mis ideas se despegaban de las de ellos, iba a contracorriente y aquella forma de enfrentarme al mundo, me trajo más de una anécdota. Muchas de ellas se dieron a la temprana edad de los 8 años, pero aun haber pasado tanto tiempo desde entonces, han sabido quedarse conmigo hasta el día de hoy.
- Me gustaría que todos aquellos que leyeran este libro, se detuvieran en aquellos primeros años, en aquel tiempo de aspecto joven y alma libre. Ahora, que miro el pasado bajo una mirada algo más distante, observo que quizás no tuve tiempo para aprender a ser de otra manera, no como a mí me hubiera gustado. Tengo 65 años, estoy jubilado y espero que mi cabeza descanse, que deje de dar vueltas, para así poder disfrutar leyendo cada una de las historias que han escrito mi vida; un viaje cargado de oportunidades perdidas, pero en el que siempre he conseguido lo que me proponía. Mi nombre es Antonio Lorenzo, soy un acuario con una historia complicada y voy a contar toda la verdad. Todo lo que aquí cuento es la pura realidad de mi vida.