Hace unos días alguien me dijo: “me encanta la palabra singular”. La frase quedó velada por el atropello del momento. No recuerdo quien fue pero eso sí, de algún modo la frase quedó en un rincón del cajón de sastre de mi memoria. Al llegar a casa, la palabra singular tomó vida propia y yo, que no soy propensa a teorizar, tiré del hilo de la singularidad. Ocurrió así:

 

-SINGULAR
Único, individual, extraordinario, distinto, diverso, excelente, infrecuente, particular, personal, auténtico, desigual.

-PRIMERA PERSONA DEL SINGULAR.
La primera voz, la prioritaria, la principal.

-YO.
Protagonismo de la individualidad, valor individual.

-VOZ INTERIOR.
Las Memorias son la expresión máxima de la voz interior. Lo que nos sale de dentro.

-MONÓLOGO.
Género literario y teatral donde un solo protagonista se abre al público.

-ESTILO LIBRE.
Directo de la mente. Por eso es el estilo más libre que existe. Elegir con libertad. No hay normas, no hay límites, no hay cronologías, no hay imposiciones… sólo hay recuerdos. Como en un cajón de sastre, donde todo cabe.

-NO FICCIÓN, PERO SUBJETIVO AL MÁXIMO.
Las Memorias no son un género de ficción y, sin embargo, son el género más subjetivo que existe, muy parecido a la fantasía. El recuerdo y la verdad no son lo mismo.

 

¿Hablamos del género MEMORIAS? es lo que me fascina últimamente. No hay mucho que añadir. Veo claramente cómo, el hecho de escribir nuestras memorias es una oportunidad que nos damos a nosotros mismos. Todos tenemos una misma necesidad de comunicación pero cada cual busca muy distintos objetivos. 

¿Será verdadero? Si es nuestro, será verdadero porque escribirse la autobiografía es el acto más auténtico que podamos realizar. Cada cual pone sus límites; cada cual cuenta, de lo que recuerda, lo que le da la gana; cada cual elige los colores que le apetecen para su relato; cada cual decide si es fiel a la estricta realidad…

¿Será egocéntrico? A menudo escucho: “Mi vida no le interesa a nadie.” Falso. Interesa a todas las personas que nos quieren. O: “Mi vida no es tan interesante como la de una actriz”. No estoy de acuerdo. Mientras hay vida hay acontecimientos y todas, absolutamente todas las vidas, están repletas de ellos.

Y, a los que lo vean como un acto egocéntrico, les puedo hacer la pregunta que me hizo el periodista Josep Cuní: ¿Escribir y publicar un libro de memorias es un acto de egocentrismo o de una gran humildad? Escribir nuestras memorias es un gran acto de libertad. 

Ya recuerdo quien fue la persona que me dijo la frase. Es un gran amigo mío, por cierto, ¡muy singular! ¡Gracias amigo!

 

 

 

 

Rosa Serra Majem
Directora de Memorias Ediciones