He aquí cuatro pinceladas sobre las reflexiones que aparecen a medida que profundizo en el campo de la escritura y la edición de memorias. Memorias Ediciones escribe, acompaña a la escritura y también edita libros de memorias y biografías de toda persona que desee dejar un legado escrito.

 

LAS PALABRAS: MEMORIA y REALIDAD

 

MEMORIA
La memoria es un hecho fascinante que nada tiene que ver con la realidad y que la mente gestiona según una aleatoria muy difícil de determinar. Cuando una mente se dispone a recordar, salta de un objetivo a otro desordenadamente porque se está dejando llevar por el sentimiento, un estímulo primario y libre.

REALIDAD
En uno de los libros que hemos escrito, sobre la familia de María José Fuster Brunet hay un ejemplo que me entusiasma. Conversando ella con un amigo de la familia, años después, saltó a la vista que ambos tenían una versión muy distinta acerca de los hechos que determinaron la muerte de su Tío Jesús durante la Guerra Civil. A partir de ahí empezó una investigación a lo Agatha Christie, a resultas de la cual se narran 20 versiones diferentes sobre las causas de la muerte del Tío Jesús, contadas por sus propios familiares y amigos. Es un documento impresionante que dibuja decorados tan dispares como «cuatro hombres de negro que lo secuestran en un Mercedes Benz» y el clásico «lo mataron en el frente».

 

LAS FOTOGRAFÍAS: DEL ÁLBUM AL MURO

 

FOTOS
Qué duda cabe, un álbum de fotos es el mejor estimulante para despertar y saborear recuerdos. Una imagen estática actúa, cuando somos viejos, igual que cuando somos niños: suplanta la realidad. Es entonces la realidad, y no su imagen, la que nos está llevando a visitar nuestra memoria. Las personas a las que entrevisto rondan los 70 años y disfrutan especialmente de los recuerdos de infancia. En la infancia reside el patrimonio de su memoria. Si han vivido la guerra no suelen dar mucho detalle de ese momento, especialmente si vivían en un pueblo pequeño, comunidades donde el sufrimiento era demasiado palpable y donde el alma recomendaba el olvido para no morir de rencor. Este dato confirma la regla: el recuerdo se inclina por lo positivo, lo heroico y lo recordado con gusto.

SELFIE
Las redes sociales hablan de nosotros de una forma ego-potenciada. Nos proyectamos en cualquier acto comunicativo, es natural, y las redes no son excepción. No en vano la red más popular llama “Biografía” a nuestra página, el muro donde exhibimos el yo, las ideas, entretenimientos y reflexiones. Nuestro yo brilla con sus virtudes y defectos, por muy escondidos que estemos detrás de la intimidad que nos brinda la tecnología. Nada de escondites: al contrario, el escaparate de las redes ha revitalizado el yo supremo, las cámaras han cambiado de objetivo y nosotros, vistos por nosotros mismos como Narciso, hemos pasado a un primer plano. Las pantallas, los muros, se convierten en nuestra autobiografía y serán, aunque nosotros ya no estemos, algo muy parecido a nuestras memorias.

Selfie de Rosa Serra (YO). Foto de perfil de Facebook para mi “BIOGRAFÍA”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rosa Serra Majem
Directora de Memorias Ediciones