GÉNERO LITERARIO MEMORIAS: LA NO FICCIÓN SUBJETIVA
¿Por qué nos fascina leer un libro de memorias? Porque transmite hechos reales de la misma mano del que rememora. Las Memorias son a la literatura lo que el documental es al cine. Algunos dicen que no son de fiar, que la historia no es verídica al estar filtrada, aumentada y cortada a voluntad del sujeto que recuerda. Esto es precisamente lo más interesante: la memoria es un ser vivo, algo mucho más complejo que la realidad y más fascinante que la historia. Hasta donde se desnude, donde ponga su límite, de cuantos colores tiña su relato y cuan fiel sea a la estricta realidad es elección de cada cual. Faltaría más.
El primer libro de memorias que recuerdo haber leído con pasión, posiblemente sea el divino culpable de esa afición que he convertido en profesión. Nítidamente llega a mi memoria el impacto que causó en mi mente adolescente. Estaba leyendo la vida del poeta, escrita tras el cristal de su propia memoria:
“De cuanto he dejado escrito en estas páginas se desprenderán siempre -como en las arboledas de otoño y como en el tiempo de las viñas- las hojas amarillas que van a morir y las uvas que revivirán en el vino sagrado. Mi vida hecha de todas las vidas: las vidas del poeta.»
Confieso que he vivido, Pablo Neruda.
Hoy me propongo descubrir cuáles son los libros de memorias más leídos y qué tiene de especial, para los lectores, la experiencia de leer autobiografías. Para ello, he hecho un pequeño rastreo en internet y he descubierto opiniones, frases y citas maravillosas.
Por ejemplo Herman Hesse dijo, a propósito de sus grandes novelas El lobo estepario, Bajo las ruedas, Demian y El juego de los abalorios:
«En el fondo son monólogos en los que una sola persona se contempla en su relación con el mundo y con el propio yo». Es la frase más reveladora de un eterno debate: la ficción siempre parte de la realidad.
Hermann Hesse. Obstinación: Escritos Autobiográficos.
Qué Libro Leo plantea la mejor valoración para un libro de Memorias y Biografías. El top de la lista es Stefan Zweig. El mundo de ayer: Memorias de un europeo. No hay página, foro, reportaje o artículo dedicado al tema que no cite las memorias de Zweig: Es uno de los mejores libros de memorias que se han escrito.
Stefan Zweig ingirió un veneno letal con su mujer en 1936. Dejó escrito su motivo:
«Europa, mi patria espiritual, se está destruyendo a sí misma.»
En este foro, Ábrete Libro, se contesta a la pregunta ¿Cuál es la mejor autobiografía que habéis leído? Hay reflexiones valiosas para los que apreciamos el género Memorias.
http://www.quelibroleo.com/mejor-valorados/biografias-memorias
Miles Davis y Quincy Troupe. Miles: La Autobiografía. Las memorias de Davis se publicaron solamente dos años antes de su muerte. En ella Miles se desnuda ante el lector y habla con toda crudeza de su vida personal, de su adicción a las drogas, del alcohol, de su relación con las mujeres, del racismo que existía en el negocio de la música y, sobre todo, de música y de músicos. Además de un documento histórico de incalculable valor es una narración apasionante e intensa.
http://www.abretelibro.com/foro/viewtopic.php?f=4&t=47223
Resulta curioso saber que las memorias más vendidas en la FNAC son las de Santa Teresa de Jesús. Libro de la Vida. Le sigue Pedro Salinas. Cartas a Katherine Whitmore.
Y de nuevo los santos. En la librería de El Corte Inglés, San Agustín y Santa Teresa encabezan la lista de las “Mejores autobiografías, memorias y diarios.”
http://www.elcorteingles.es/libros/listas/las-mejores-autobiografias-memorias-y-diarios
El País realizó una encuesta entre sus lectores: Las “Mejores biografías, autobiografías, memorias, testimonios, diarios y cartas.” Ganó Scott Fitzgerald. Cartas a mi hija. Los hijos son el primero de los motivos para querer escribir unas memorias. ¡Buen tema para otro Blog!
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/12/11/actualidad/1386778949_365087.html
No me voy sin citar algunas de las más celebradas y las descripciones más sugerentes:
Erich Fromm. Las Cadenas de la Ilusión.
Una fascinante autobiografía intelectual que explica la influencia que Marx y Freud ejercieron en la historia del pensamiento del siglo pasado.
Benvenuto Cellini. Vida.
El artista del renacimiento italiano cuenta episodios memorables como Los espíritus del Coliseo, El saco de Roma, Las prisiones en el castillo Sant Angelo, Las peripecias por Francia bajo la protección de Francisco I y La desesperada fundición del «Perseo».
Thomas de Quincey. Bosquejo de la Infancia.
Una puesta en escena de la crueldad del mundo en un teatro de niños en estado de guerra constante. Impregnado de espectros, el texto autobiográfico revela que la verdad de una vida se elabora con los fantasmas de la imaginación.
Benjamín Franklin. Autobiografía de un Hombre Feliz.
Escrita originalmente para William, su hijo, mantiene el vigor, la fina ironía y la capacidad de descubrimiento que la hicieron famosa en el siglo XVIII. Posee una soltura desconcertante y una agilidad rabiosa, propia de la actualidad.
Paul Auster. Diario de invierno.
Una mirada profunda sobre sí mismo: sexo, intimidades, miedos, viajes, la herida del tiempo… Un magistral autorretrato. Mario Milá destaca la frase: «Todos somos extraños de nosotros mismos y, si tenemos alguna idea de quienes somos, es simplemente porque vivimos en las miradas de los demás».
Charles Bukowski. Factotum.
Novela autobiográfica de sus años de juventud, el autor nos describe la vida de su alter ego Henry Chinaski. Ofrece una visión brutalmente divertida y melancólicamente horrorizada de la ética del trabajo, de cómo doblega el «alma» de los hombres.
Franz Kafka. Carta al padre.
Y ahora de hijos a padres. La carta más famosa del siglo XX jamás llegó a su destinatario. Ni siquiera fue enviada. Brutal, cruda, dura, está dirigida a su padre, Hermann Kafka, comerciante judío en la ciudad de Praga. Me resulta imposible apartarla de mi memoria.
Rosa Serra Majem
Directora de Memorias Ediciones