Antonio Gallego Rolán
Una lanza por Garzón
A la humanidad, que encuentre el Norte
A las gentes del campo, que se unan para volver a lo natural
A la Naturaleza, que nos perdoneCorta y pobre es la mente de aquél, que se cree, que el mundo es suyo y termina en él.
Antonio Gallego Rolán
A la manera del campo, sencilla y armónica, salpicada por sus chascarrillos, Antonio Gallego Rolán nos dibuja brevemente, al principio de su libro, el panorama actual de la devastación del campo, de la fauna y la flora, y también de sus habitantes humanos. Así le ocurrió a él en Galicia: gracias a los planes erróneos del poder y a sus sirvientes tuvo que salir huyendo… La segunda parte del libro son breves apuntes y algunos poemas que desprenden libremente sus ideas, sus críticas feroces a la sociedad, sus consejos, su respeto a la Tierra y sus bellos recuerdos del campo.
Los hombres de campo saben muy bien cómo resolver el tema que ocupa este libro: El vaciado del campo. Nadie que no hubiese vivido en él y que no lo hubiese sufrido en su piel, lo podría contar como ellos. Antonio Gallego Rolán fue sometido a todas las presiones imaginables hasta que decidió abandonar su tierra. Su resistencia no sirvió de nada y, ante el temor que llegó a sentir, se marchó de Galicia “en un exilio forzoso”, en busca de mejor suerte.
Después de dar muchas vueltas y sufrir la crisis de La Argentina, cayó la sociedad que compartía y se instaló en Gran Canaria, desde donde escribe hoy sus experiencias. Ahora prepara otro libro contando todo lo que le sucedió.